Con las crecientes expectativas de los viajeros por servicios ágiles, personalizados y convenientes, la hotelería enfrenta el desafío de ofrecer una experiencia superior sin comprometer la eficiencia operativa. La complejidad cada vez mayor de los servicios ofrecidos dificulta la fluidez de las operaciones, lo que exige soluciones más inteligentes para que los equipos mantengan la calidad esperada por los huéspedes. En este contexto, los sistemas de gestión de activos han ganado protagonismo, según señala Assa Abloy.
Al proporcionar monitoreo en tiempo real de objetos y equipos en uso dentro del hotel, estas tecnologías eliminan el tiempo perdido en búsquedas manuales y reducen fallos de comunicación, optimizando la productividad de los equipos y mejorando significativamente la experiencia del huésped.
Áreas como limpieza, mantenimiento y atención al cliente tradicionalmente dependen de procesos manuales, que son más propensos a errores y retrasos. Con la adopción de etiquetas de rastreo y plataformas integradas, es posible localizar al instante activos como carritos de limpieza, equipos de gimnasio, inventario de amenities y artículos solicitados por los huéspedes. Así, los equipos dejan de perder tiempo buscando objetos y pueden concentrarse en tareas prioritarias.
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Con equipos reducidos y mayor carga de trabajo, el riesgo de agotamiento profesional es alto. En este escenario, los sistemas de asset management ayudan a aliviar la presión al permitir planificar tareas según la ubicación del personal y los activos. Esto reduce desplazamientos innecesarios, acelera los servicios y mejora las condiciones de trabajo.
Respuestas más ágiles
En una industria donde cada minuto cuenta —especialmente para viajeros de negocios—, la rapidez en el servicio es esencial. El asset management permite verificar, por ejemplo, si hay sillas de playa o bicicletas disponibles para un huésped vacacional o una laptop para un ejecutivo que olvidó la suya. Con un clic, el colaborador puede localizar el artículo y coordinar su entrega inmediata. Además, el sistema identifica qué productos tienen más demanda, ayudando a tomar decisiones sobre inventarios e inversiones.
La tecnología también contribuye a la personalización. En hoteles con programas de fidelización, es posible anticiparse a las necesidades de huéspedes frecuentes —como cunas o caminadoras— y asegurarse de que estén disponibles antes del check-in.
Además de mejorar la experiencia del huésped y la eficiencia del personal, el sistema aporta beneficios financieros directos. Al reducir el tiempo dedicado a tareas repetitivas, los hoteles pueden operar con equipos más pequeños y enfocados. La inteligencia del sistema también permite una asignación más eficiente de recursos y evita reemplazos innecesarios de artículos extraviados, ya que el software puede localizarlos con una precisión de hasta dos metros.
Estos datos también apoyan el análisis estratégico, permitiendo a los gestores identificar patrones, oportunidades de ahorro y formas más eficaces de distribuir los recursos en la operación diaria. El uso de tecnologías de asset management ya se está consolidando entre grandes cadenas y hoteles independientes.
Su implementación representa un paso importante hacia un servicio más ágil, rentable y eficiente. Ya sea para reducir costos, mejorar la percepción de calidad del huésped o aliviar la carga de trabajo del personal, se trata de una herramienta estratégica que seguirá ganando terreno en el sector en los próximos años.
(*) Crédito de la foto: Divulgación